Aunque pueda parecer un tiempo de juego corriente, la terapia de juego es más que eso. Esta es una forma de terapia que se utiliza principalmente para los niños. Esto se debe a que ellos pueden no ser capaces de procesar sus propias emociones o articular los problemas a los padres u otros adultos.
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¿Quién practica la terapia de juego?
La terapia de juego la practican diversos profesionales de la salud mental con licencia, como psicólogos y psiquiatras. También la practican terapeutas conductuales y ocupacionales, fisioterapeutas y trabajadores sociales.
¿Cómo se practica la terapia de juego?
Un terapeuta formado puede utilizar el tiempo de juego para observar y comprender los problemas del niño. El terapeuta puede entonces ayudar al niño a explorar sus emociones y a afrontar los traumas no resueltos. A través del juego, los niños pueden aprender nuevos mecanismos de afrontamiento y cómo redirigir los comportamientos inadecuados.
Además, la Asociación de Terapia de Juego ofrece programas de formación especializados y credenciales avanzadas para profesionales de la salud mental con licencia, consejeros escolares y psicólogos escolares.
¿Para qué sirve la terapia de juego?
Aunque personas de todas las edades pueden beneficiarse de la terapia de juego, normalmente se utiliza con niños de entre 3 y 12 años. La terapia de juego puede ser útil en diversas circunstancias, como:
- Antes de afrontar procedimientos médicos, enfermedades crónicas o cuidados paliativos.
- Retraso en el desarrollo o problemas de aprendizaje.
- Comportamientos problemáticos en la escuela.
- Comportamientos agresivos o de ira
- Problemas familiares, como el divorcio, la separación o la muerte de un familiar cercano.
- Catástrofes naturales o acontecimientos traumáticos.
- Violencia doméstica, abuso o negligencia.
También en caso de presentar Ansiedad, depresión, duelo, trastornos de la alimentación, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y trastorno del espectro autista (TEA).
¿Cómo funciona la terapia de juego?
Hay una pequeña brecha de comunicación entre los niños y los adultos. Dependiendo de la edad y la etapa de desarrollo, los niños simplemente no tienen las habilidades lingüísticas de los adultos. Pueden sentir algo, pero en muchos casos no pueden expresarlo a un adulto o no tienen un adulto de confianza al que expresarlo. Por otro lado, los adultos pueden malinterpretar o no ver las señales verbales y no verbales del niño.
Los niños aprenden a entender el mundo y su lugar en él a través del juego. Es donde son libres de representar sus sentimientos internos y sus emociones más profundas. Los juguetes pueden actuar como símbolos y adquirir un mayor significado, si se sabe qué buscar. Como el niño no puede expresarse adecuadamente en el mundo de los adultos, el terapeuta se une al niño en su mundo, a su nivel.
¿Cómo se aplica la terapia de juego?
Como su nombre indica, a través del juego. Cuando el niño juega con el terapeuta, puede volverse menos reservado y más propenso a compartir sus sentimientos. Pero no tienen presión. Pueden hacer esto en su propio tiempo y con su propio estilo de comunicación.
La terapia de juego variará según las necesidades específicas del terapeuta y del niño. Primero, el terapeuta puede querer observar al niño mientras juega. También puede querer tener una entrevista individual con el niño, padre o maestro.
Después de una evaluación exhaustiva, el terapeuta establecerá algunos objetivos de tratamiento, decidirá qué limitaciones pueden ser necesarias y desarrollará un plan sobre cómo proceder. Los terapeutas del juego prestan mucha atención a la forma en que el niño maneja la separación de los padres, cómo juega solo y cómo reacciona cuando los padres regresan.
La forma en que el niño interactúa con los distintos tipos de juguetes y cómo cambia su comportamiento de una sesión a otra puede revelar muchas cosas. Pueden utilizar el juego para exteriorizar sus miedos y ansiedades, como mecanismo tranquilizador, o para sanar y resolver problemas.
Los terapeutas del juego utilizan estas observaciones como guía para los siguientes pasos. Cada niño es diferente, por lo que la terapia se adaptará a sus necesidades individuales. A medida que la terapia avanza, se pueden reevaluar los comportamientos y los objetivos.
En algún momento, el terapeuta puede incorporar a los padres, hermanos u otros miembros de la familia a la terapia de juego. Esto se conoce como terapia familiar. Puede ayudar a enseñar a resolver conflictos, promover la curación y mejorar la dinámica familiar.
Beneficios de la terapia de juego
Según la organización profesional Play Therapy International, hasta el 71% de los niños remitidos a la terapia de juego pueden experimentar un cambio positivo. Algunos de los posibles beneficios de la terapia de juego son:
- Asumir más responsabilidad por ciertos comportamientos.
- Desarrollar estrategias de afrontamiento y habilidades creativas para resolver problemas.
- Respeto por sí mismo.
- Empatía y respeto por los demás.
- Alivio de la ansiedad.
Además de lo anterior, como beneficios de la terapia de juego también se puede encontrar el hecho de aprender a experimentar y expresar plenamente los sentimientos, el fortalecimiento de las habilidades sociales, y un vínculo más fuerte en cuanto a las relaciones familiares se refiere.
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